América Latina: al debe con reciclaje de residuos electrónicos
¿Cómo se quedaría si le dijéramos que en 2011 países como Argentina
tiraron literalmente a la basura 228 kilos de oro, 1.750 kilos de plata y
81.000 kilos de cobre?
Esta es la cantidad de metales
valiosos que según el último informe de la organización ecologista Greenpeace,
los argentinos desaprovecharon sólo por no reciclar los 10 millones de
celulares descartados ese año y que actualmente se descomponen en vertederos
generando tóxicos que contaminan la tierra, el aire y el agua del país.
El reporte intenta promover lo que se
conoce como “minería urbana”, una actividad muy poco extendida en América
Latina, pero que en Europa y países como Japón o Corea del Sur se están
convirtiendo en importantes generadores de empleo y de riqueza, comparable en
algunos casos al de la minería tradicional.
Minería Urbana
Significa reciclar los materiales de
valor presentes en los residuos electrónicos, que van del oro, la plata y el
cobre, al platino, el aluminio, el acero, las tan apreciadas “tierras raras”,
plásticos y demás materiales que se pueden reutilizar en nuevos aparatos.
Un estudio reciente sobre este tipo
de residuos llevado a cabo por la Universidad Naciones Unidas de Japón, estimó
que en el mundo se emplean cada año más de 25.000 millones de toneladas en
metales como cobre, oro y plata en la fabricación de artículos de alta
tecnología. Sin embargo, poco más del 15% de estos metales se recupera.
La proliferación de dispositivos
electrónicos, su constante renovación y la obsolescencia programada, entre
otros factores, genera miles de toneladas de residuos. Un informe de Frost
& Sullivan bajo el título ‘Oportunidades globales en el mercado de los
servicios de reciclado de basura eléctrica y equipamiento electrónico’ destacó
que la minería urbana generó en 2011 unos US$ 1.420 millones y se estima que
alcance los US$ 1.860 millones en 2017, sobre todo cuando países en desarrollo
se incorporen al negocio.
No obstante, en América Latina, el
reciclaje de residuos electrónicos es todavía una actividad emergente. Datos de
la Plataforma Regional de Residuos electrónicos en Latinoamérica y el Caribe
indican que en países como Chile, Argentina, Perú, Colombia y Brasil las
cantidades de residuos electrónicos procesadas todavía son limitadas y que
todavía se carece de la infraestructura logística necesaria para aumentar el
volumen de reciclaje.
Por ejemplo, en países como Chile, el
reciclaje formal de residuos tecnológicos se estima que es del 1,5% – 3%.
Argentina por su parte con un porcentaje del 10% de sus computadoras y
celulares estaría entre los países más avanzados en este sentido en la región.
Contaminación
Más allá de lo que se estaría
perdiendo económicamente por la falta de un procesamiento adecuado de estos
residuos, plataformas ecologistas alertan del creciente riesgo que su descarte
inadecuado supone para los países de la región. En Estados Unidos por
ejemplo, la Agencia de Protección Ambiental (EPA) estimó que la basura
electrónica genera el 70% de la contaminación por metales pesados como
mercurio, cadmio, plomo, bromo y selenio al quedar almacenado en basurales o
rellenos sanitarios que terminan contaminando los cauces de agua y el aire.
Cobre
Los computadores, teléfonos móviles y
otros equipos contienen entre 5 y 18% de cobre. Este material es totalmente
reciclable sin ninguna pérdida de calidad o desempeño, por lo que puede
reutilizarse de la misma forma que si fuera cobre recién extraído. Además, el
reciclaje de cobre permite ahorros de energía de hasta un 85%, comparado con
los gastos generados de la extracción del metal.
El desafío para la industria y para
la sociedad es abrazar la cultura del reciclaje para beneficiar a la economía,
pero sobre todo al medioambiente.
0 Comments:
Post a Comment
<< Home